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Existen muchísimos tipos de portabebés…
Hay portabebés con panel, y hay portabebés sin panel.
Hay portabebés que se ajustan con nudos, otros con anillas, otros con broches, incluso hay portabebés que mezclan varias formas de ajustes, y otros que no tienen ninguno.
Todos y cada uno de los portabebés son útiles. Puede que te gusten todos, o ninguno, o tal vez varios de ellos. Puede que te sea fácil o cómodo de usar uno, varios o (muy raramente) ninguno de ellos.

A mi me gusta clasificar los portabebés de tres diferentes formas.
De acuerdo a la edad, o evolución muscular del bebe, la forma de ajustarlo, o la ausencia o presencia de panel.

Hoy vamos a explicar un poco la primer categoria, en siguientes post continuaremos con las otras.

 

Según edad o evolución muscular del bebe:

Es la primer forma.  Muy fácil y sencilla de comprender. También, la más importante. Es la que definirá entre que portabebés podremos elegir.

Por definición, un portabebé es ergonómico cuando es respetuoso con el cuerpo del porteador y del ser porteado, a su vez, un portabebé ergonómico tiene la cualidad de permitirnos tener ambas manos libres.
Un portabebé ergonómico debe poder darle sostén al bebe a lo largo y ancho de todo su cuerpito, sobre todo en las áreas en las que el aún no adquirió control por sí mismo.

 

Basándonos en esto se pueden reconocer tres etapas.
  • Cuando el bebe es recién nacido y/o aún no controla la musculatura que sostiene su columna.
  • Cuando el bebe o niño ya logra mantener su cabecita erguida.
  • Cuando el bebe o niño ya es capaz de sentarse o gatear por si mismo.

Cuanto más control tiene el pequeño, es menos necesario para el portabebé cumplir con esa labor de sostén.
En caso que el niño se duerma, vuelve a ser necesario, en cierta medida, ese soporte. (Por esta razón la mayoría de los portabebés de panel traen capucha 😉 )

En el siguiente cuadro se ejemplifica lo descripto arriba: